jueves, 22 de diciembre de 2011

Laffón

Rafael Laffón es otro de esos grandes poetas cofrades contemporáneos que no aparecen en los libros de texto. Tras una etapa modernista y otra vanguardista, su obra adquiere el sentido que más le caracteriza: la temática tradicional se hace patente en textos donde el autor expresa su gran devoción a Sevilla y a su Semana Santa.

Destaco este texto en prosa poética donde el lirismo y el barroquismo laffoniano lo convierten en uno de mis favoritos. Se titula “ Indagación y presagios”

Mietras nos asomamos a luna que se pasea, adolescente perpetua, por los cielos ganamos (Jarevalo)

Cuando los naranjos tienen su primera efusión en las noches dulces y una brisa menor lleva y propaga hipótesis indecisas sobre la flor de azahar asoma, por fin, a la eminencia profunda del cielo de Sevilla la gran luna infalible de la Semana Mayor. Luna es ésta, henchida como un vientre, que luego gravitará absorta en las llanas azoteas, densa y pesante, bajo los destinos del genio arrebatado de los profetas  y la Ley.  Los ojos anhelantes escrutaron por muchos días en los caminos del cielo todos los designios astrales que han de traer a Sevilla su tiempo solemne y deslumbrado. Mientras yerran las madrugadas del invierno más aterido, las sombras transfugas de nuestros sueños llegan a cobijarse, incohorentes, a la puerta de un templo recóndito y lejano que otra noche, término irremediable, cerró sus hojas lentas sobre las luminarias penitenciales de nuestra gran Liturgia. Así es la espera, el año y cada día, profunda de latido, entrañada del sordo fuego del ansia y la reserva sumergidas en tan larga víspera. Tras la Giralda, vigilia nuestra cierta, sobre la masa abrupta de la Catedral erizada de agujas monstruosas, las místicas espigas, asoma el primer filo de esta luna que ha de inundar la noche sagrada del Parasceve. Es ahora cuando los mayordomos y priostes de la cofradía se miran con la unánime convicción de los días augurales. Y hay en el ámbito de las vastas salas capitulares, llenas de la humedad de la cripta inminente, un aura entre verde y dorada del naranjo tras el cristal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario